La forêt est là et me regarde

Christiane Pooley

21 de mayo > 2 de julio 2016


La relación ambigua y compleja que el hombre mantiene con su entorno es un pregunta que atraviesa la obra de . Por medio de esta serie de pinturas, ella se interesa particularmente a las nociones de territorio y territorialidad. Pioneros, aventureros, migrantes, viajeros ... se encuentran puestos en escena al interior de un paisaje a menudo inestable, algunas veces onírico, o cruel. Ella toma prestado del imaginario colectivo, de los archivos nacionales chilenos así como de sus recuerdos para interrogar la memoria - colectiva y personal - de un lugar.


"El conjunto de estas pinturas evoca la función alegórica del paisaje romántico del siglo XIX; son tributarias de Caspar David Friedrich y su búsqueda de la calidad sublime del paisaje como un sujeto emotivo autónomo.”1 Ella se sirve de esta función para hacer eco a sus interrogaciones, dudas y temores sobre las posibles relaciones conflictivas entre identidades heterogéneas que emergen sobre un mismo suelo. La forêt est là et me regarde (2013-15) muestra una cuadrilla chilena durante la ocupación de la Araucanía en el siglo XIX. Esta región del sur de Chile, donde la artista se crió, es todavía el escenario de conflictos territoriales que las autoridades gobernantes subestiman.
Intimidación, ataques, incendios a viviendas... son algunas de las prácticas actuales sufridas por una población rural – una población tanto indígena como resultante de la inmigración y el mestizaje - que lleva generaciones viviendo y trabajando en esas tierras de las cuales dependen para su sustento. “Las víctimas (...) se ven atrapadas en la dinámica violenta de un fenómeno del cual no son responsables y al que no está en sus manos poner coto."2 La naturaleza, relegada en esta imagen a un segundo plano, un telón de fondo, se encuentra cada vez más reducida a la idea de su simple posesión.


A escenas que ofrecen un poder significativo fuerte, Christiane Pooley opone imágenes más íntimas, como En el silencio de las selvas del nuevo mundo, una felicidad imaginaria (2016), la serie Paisaje e Historia (2014-16) o We journey towards a home (2016) – realizada sobre cobre, un soporte que refiere al interés que ella da a las cualidades sugestivas y simbólicas de los materiales. En estas obras, ella superpone de manera intuitiva delicadas capas de paisaje, fragmentos de historia y de abstracción pictórica, a la manera de un geólogo que examina las diferentes capas de la tierra.
La tranquilidad aparente emanada de estas escenas íntimas hace referencia al los discursos contradictorios en torno a la pertenencia a un territorio. ¿Cómo conciliar estas múltiples identidades, que han emergido sobre la misma tierra? Cómo hacer para que cada una de ellas tenga el lugar, el derecho a existir?


Las obras producen un desaceleración narrativa en donde diferentes imágenes y temporalidades se fusionan, se hacen eco, se corresponden, creando un espacio para cuestionar la pintura y, tal vez, un espacio de reflexión para aprehender las tensiones del pasado aún tan presentes.


1: Laura Morrison, Christiane Pooley : Los Bordes del Mundo, Galería Patricia Ready, 2015


2: Marcel Oppliger Jaramillo, Los Chilenos Olvidados, RiL Editores, 2013


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