15 de mayo > 20 de junio 2015
La galería Bendana | Pinel Art Contemporain presenta “Estado fallido”, la primer exposición individual en la ciudad de París del artista argentino, radicado en Ciudad de México, Mauro Giaconi.
Siendo el dibujo su principal medio de investigación, expandiéndolo hacia la escultura, hacia el video y la instalación, Giaconi presenta en “estado fallido” una serie de obras que se desprenden de sus últimos años de investigación artística, donde la destrucción y la reconstrucción son un constante mantra que modifica, redefine y excava el entorno subjetivo del artista.
La arquitectura, el cuerpo, las fronteras y la memoria son algunas aristas de un bloque de obras con el que Giaconi se propone hacer foco en la tensión entre conceptos opuestos, reflexionando y desdibujando los límites entre construcción y destrucción, peso y levedad, nacimiento y muerte, sueño y despertar. Borroneando sus bordes, desgastándolos, modificándolos, es como Giaconi rasca y busca instancias liberadoras, energías redentoras, instantes de fe.
El termino “estado fallido” es acuñado por periodistas y politólogos para referirse a un estado soberano en crisis que deja de cumplir con las garantías básicas y que presentan un evidente fracaso social, político, y económico. Giaconi utiliza este termino fundiéndolo con su significado con literal, con la falla, con el estado de error, de accidente, de residuo, generando reflexiones en torno a la permanencia, a la vida y a la muerte.
Estado fallido, estallido de abrazos. dibujar la piedra, desdibujar los muros que son de todos, como los errores cada quién que junte sus cenizas que levante su propia fortaleza donde quiera donde quepa para todos.
Estado fallido, muertos sin cuerpo. nadie merece tumbas vacías son llantos tan anchos que se muerden la cola. desdibujemos el estado, el confort. desdibujemos la patria una para cada quien donde quepa para todos. m.g.
Desde la línea vertical, hasta la horizontal que cruza el terreno, descomponer consciente hasta chocar con la suspensión de la anécdota, del referente. Desde la mano nerviosa, hasta el trazo que desvanece, perturbar la calma del soporte, del suelo, del techo, del muro que oprime, despacio, al espacios. Desde el estado fallido de las cosas hasta el orden de los despojos, de cenizas de otras riñas, recordar que la memoria es un fenómeno tele-transportable, veloz. Bajo el peso del estado fallido, del pensamiento formal, ornamentar con zapatos de plomo y alas, las ruinas, apilando actos fallidos, estallidos. Ante el paisaje despojado de recados, clavar trofeos sin colores, frágiles, mentales, fallidos, horizontales; livianos como el vidrio.